lunes, 15 de diciembre de 2008

Maleta



Descaradamente solo a once mil pies de altura. Girondo en el bolso de mano. Enredado entre charlas francesas, italianas y alguna parte de Alemania. Vuelvo a mirar las maletas y no me olvido de nada. Vuelvo a cerrar los ojos y no me olvido de nada.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Qué es cerca?, ¿Qué es lejos?.
Aquí o allá no hay regla que sirva para medir la distacia con nuestros afectos.
No hay goma de borrar, o tecla suprime que sirva para eliminar la experiencia vivida, los momentos compartidos, los sentimientos expresados, el camino recorrido.
Aquí o allá el recuerdo parte con nosotros.La tierra del olvido queda muy lejos, o quizás no exista, por que está llena de memoria; la pueblan recuerdos y más recuerdos.
¿Qué es cerca?, ¿Qué es lejos?

Anónimo dijo...

El olvido y el recuerdo se manifiestan en un juego recíproco de ausencias y presencias.
La ausencia del olvido trae consigo la presencia del recuerdo.La presencia del recuerdo trae la ausencia del olvido.
Recuerdo y olvido son dos caras de una misma moneda.

Anónimo dijo...

¡Qué merma en la producción de enero! Cabe la posibilidad de que las historias mínimas desarrolladas en el Viejo Continente tengan otro destino (el nombre del Blog sería más que una pista) pero, hablando de olvidos, (concordando con el peatón anterior, es lo mismo y lo opuesto que hablar de recuerdos) espero no se olvide, mago, de sacar una nueva historia de la galera. Además, ya se coló sin pedir permiso una Buenos Aires melancólica, Europa debe tener lo suyo. ¡Vamos!.

Esta injustificada pausa, coincidente con los días más quietos de Rosario, me ha dado la oportunidad de repasar lo anteriormente publicado y ponerme al día. Cumplo, así, parcialmente con lo prometido. No fue, ¡para nada!, ardua la tarea. Los relatos fluyen simples y elegantes pero sin ser pretenciosos, las precisas descripciones complementan las imágenes sin desentonar, las reflexiones calzan perfecto y de alguna manera, la mayoría de las veces, además de una rica imaginación, hay lugar para algo de magia.
Desde la modestia de quien no se considera a sí mismo un buen lector, lo felicito por estas Historias. Cada uno tiene derecho a sus preferidas y cada uno también elegirá las menos atractivas. De ninguna manera me atrevo a hacer una crítica individual más allá de lo ya dicho.

La segunda parte de la promesa se relaciona con la posibilidad de un aporte de quien le escribe en la creación de una colección de historias-cuentos-relatos-varieté cuyo primer formato pintaba para libro y tranquilamente mutaría hacia blog. El compromiso sigue en pie y espero, algún día, tener la valentía liberadora que usted ya demostró, dar un paso más hacia ese proyecto y, al mismo tiempo, impulsar la adhesión de las viejas amistades que también se han comprometido hacia el trabajo conjunto históricamente postergado.

Un abrazo fuerte.

Erns Le Bianc

Pd. Hágame el favor y complete su perfil, no me haga renegar.