martes, 2 de diciembre de 2008

Agenda



La amarillenta nota fue hallada por una mucama, la primera en encontrar el cuerpo. Se supo que de joven, el tipo había estado alojado en el hotel, con una rubia champagne. Ella lo había dejado una noche como esa, pero de varias décadas atrás. La Capital del día siguiente publicó la carta sin nombres ni fechas, por expreso pedido de la familia.

“Alguna noche, en treinta o cuarenta años, voy a regresar. Sin la carga de mi dudoso buen gusto y con el perdón de los años, haré dos cosas. Usar sombrero y empezar a fumar. Después de estar haciendo cosas por ahí, buscaré la forma de escapar de esas caras nuevas que van a burocratizar esa vida que estaré llevando. Voy a caminar por esta misma subida. Maldiciendo ese mismo dolor de rodilla que la primera noche te ofendió.
Me alojaré en este mismo hotel, bajo la única condición de tener la mejor habitación. Durante la cena, cuando el salón este lleno de turistas extranjeros, de murmullos internacionales y de mozos sin descanso, voy a atravesar ese comedor y me sentaré al piano. En cinco minutos y veintiocho segundos, voy a desarrollar lo aprendido con la Señora Ana, durante los últimos 7 años. Ya nunca más mis manos tocarán de nuevo. Voy a pedir un brindis por vos, y por esa noche. De hace treinta, o cuarenta años atrás.”


Nota: Al enterarse de la historia en el diario, todos hicieron la misma pregunta sobre esa noche. Los mozos con más antigüedad del lugar, tararearon algo así, como respuesta…
http://www.youtube.com/watch?v=TbXO4cD2TLo&feature=related

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Lágrimas "negras", tan "necesarias" para limpiar el dolor. Las partidas siempre duelen, por que se sabe no hay forma de volver, solo de seguir...Pero no hay que asustarse, la vida es una encrucijada de caminos que parten y caminos que vuelven. Eso lo sabía muy bien Berni, al volver de europa pinto esos retratos,siempre es la misma mirada, esa actitud reflexiva, esa mirada nostálgica por algo que se fue,
esa espera ilusionada por algo que sueña volver.

Muchos Abrazos!!

la musica flamenca se mete en la sangre como un puñal, es un grito en la noche cuando te lastima la soledad.
Muy bueno escucharlo!! Gracias!!

Anónimo dijo...

yo creo que en esos ojos tristes,de aquella mujer del mural saldran lagrimas negras cuando ya ese moustruso edificio frio y gris tape su expresion maravillosa...