miércoles, 27 de mayo de 2009

Rosariazo - IV


Italia al 700. Ex sanatorio Palace. Actualmente, una clínica privada/R.M.


La idea era ingresar a la radio para leer una proclama. A la marcha compañeros. No les dieron aire. Había estudiantes de medicina, otros de Filosofía y Letras. Y Luis Norberto Blanco, que ahora agonizaba en el piso. Tenía 15 años y se había presentado en la manifestación espontáneamente. 15 años. Estudiante secundario. 15 años. Peón de una metalúrgica. 15 años.
El diario de hoy puso nombre a quien corría junto a el. Aníbal Reynaldo. Médico del Centenario. Participaba de la marcha, en representación de la Asociación Médica. Mientras trataba de socorrer a Blanco, aún con vida, la policía le seguía pegando. Entre algunas personas más, lograron llevarlo desde la puerta de la radio, al sanatorio Palace. En Italia al 700. Donde el chico moriría, en el umbral de la entrada. No los dejaron pasar a tiempo.

Rosariazo - III

En Lt8, no pudieron leer la proclama. Se jugaba la final de la Copa Libertadores y era imposible interrumpir la transmision/R.M.


Hoy, estas mismas calles con sus semáforos y mis años marcan los segundos que restan. Me pregunto si fue Bello quién me ayudo tras el golpe. ¿Porque seguí por Corrientes? No recuerdo el edificio donde lloré. Siempre me respondo con silencios. Marcha del Silencio. Esa que comenzó el 21 de mayo. En repudio a las muertes de los estudiantes. De Corrientes y Rosario. Cabral y Bello. De múltiples inicios en el centro y un solo destino. El edificio de la CGT de los Argentinos, frente a la facultad de Derecho. Las calles del centro alborotadas. Consignas. Aplausos. Estribillos desde casas y puertas de negocios. Obreros y estudiantes, unidos y adelante. La policía intenta reprimir al verse desbordada y con la posibilidad de la toma de la jefatura. En la plaza San Martín. Desde las columnas de gente piedras y bolitas. Para que los caballos de la montada resbalen en el empedrado de la época. Desde los balcones vuelan masetas hacía la defensa policial. También arrojan papeles encendidos que neutralizan el efecto de los gases. Camiones hidrantes nos hacen retroceder, cuando de la puerta de la radio LT8 un grupo de estudiantes salen corriendo. Uno cae. Un balazo le perforó la espalda.

lunes, 25 de mayo de 2009

Rosariazo - II

Peatonal Córdoba al 1300. Portón negro, ex galería Melipal/R.M.

Unos segundos sin saber donde estaba. Aturdido es la palabra. En la esquina, algunos chicos me intentan levantar y lo logran. Ellos doblan a la derecha en la que hoy es peatonal Córdoba. Yo sigo por Corrientes. Hasta que me escondo en la entrada de un edificio. Y empiezo a llorar.
En dirección opuesta a los estudiantes que escapaban, desde la calle Entre Ríos, otro grupo policial los encierra por Córdoba. Algunos se esconden en la galería Melipal que aún no contaba con salida por Corrientes. Aún no cuentan con salida. La policía ingresa. Agitación, desesperación. No pegues. Sos vivo pendejo. Soltame. Milico. Es una mujer. Largala. ¿Ahora lloras? Hijo de puta. Hijo de puta. Hijo de puta. Estampido y relámpago. Sosteniendo el arma, el oficial Lescano. Con un balazo en la frente Adolfo Ramón Bello. Estudiante de Ciencias Económicas. 22 años. Muere en el Hospital Central Municipal.

Rosariazo - I

Comedor universitario. Hoy, facultad de Humanidades y Arte en remodelación/ R. M.

Córdoba y Corrientes. Las noticias llegaban desde Córdoba y Corrientes. En la primera, 3500 operarios de la industria automotriz, se oponían a la eliminación del “sábado inglés”. La policía reprimía y detenía. En Corrientes, tras una manifestación estudiantil, por un aumento del 500% del vale del comedor universitario, Juan José Cabral de medicina muere de dos disparos en el pecho. Otra vez la policía, con mejor puntería. Córdoba y Corrientes. 14 y 15 de mayo.
Rosario. Reacción inmediata, comedor universitario. Corrientes al 700. Griterío, dudas, mayo francés, Cuba y su joven revolución. Algo hay que hacer. Se corta el tránsito en la puerta del comedor. La policía intenta reestablecer el orden. Aparecen por calle Santa Fe. Pánico. Gas lacrimógeno. Desesperación. Llanto. Miedo. Bastones largos. Corro hacia la esquina. Algo me golpea, miro a mí alrededor.16 de mayo.1969. Córdoba y Corrientes.

domingo, 17 de mayo de 2009

Mario Benedetti.

14.sept.20 - 17.may.09
«Mi táctica es mirarte, aprender como sos, quererte como sos. Mi táctica es hablarte y escucharte, construir con palabras un puente indestructible. Mi táctica es quedarme en tu recuerdo. No sé cómo ni sé con qué pretexto, pero quedarme en vos. Mi táctica es ser franco y saber que sos franca y que no nos vendamos simulacros, para que entre los dos no haya telón ni abismos. Mi estrategia es en cambio más profunda y más simple. Mi estrategia es que un día cualquiera no sé cómo ni sé con qué pretexto por fin me necesites»,

Cádaveres


Cuelgan, desde hace un tiempo por calle Corrientes. Cadáveres de letras. De noche, cuando hay viento desde el lado del río, giran en circulos haciendo más tensa la cuerda en el cuello. Algunas tienen los ojos cerrados. A otras es difícil mirarlas a la cara porque sus gestos ahogados, de último respiro, asustan a los peatones. Y las madres les tapan los ojos a los niños, cuando pasan por allí. Fueron sentenciadas al amanecer, cuando empezaron a volverse inútiles. A la vista de porteros que limpiaban vidrios. Barrenderos que detuvieron la marcha para ver el cruel espectáculo. Los panaderos abandonaban sus puestos y preguntaban por los motivos de las ejecuciones, mientras sacuden harina de sus manos.
Habían sido detenidas por intento de robo. Agravado por uso de armas. Utilizaban acentós donde no correspondía. A veces, intercahlaban haches para lograr que la victima distraída, se detuviera. Aparecían de noche. Sabían que la resistencia era menor en la oscuridad. Intentaban robar unos ojos. Si. Tus ojos.