martes, 18 de agosto de 2009

Fuego.

Silencio! Hospital... by Emi, en Flickr

En Paraguay 40 se encuentra el Sanatorio Británico. Allí funciona en Rosario, el centro de atención a heridos por el fuego más complejo de la ciudad. Es el Instituto del Quemado. Todos los días, los médicos del lugar atienden diferentes accidentes. Heridos. De un incendio en zona sur, la explosión de una maquina en Acindar o un accidente doméstico.
Hubo una noche en que llegué hasta el lugar. Golpee la puerta de la oficina de guardia.
Herido otra vez.
Es que intente acercarme demasiado. A ella.


5 comentarios:

fher dijo...

hay cosas que no aprendemos nunca no?... es hasta que te hagas cenizas en ella... después pasa el dolor...

Anónimo dijo...

todos somos de fuego.(de distintos fuegos) álgunos no queman,no lastiman.
sólo aquel que es capaz de transformarse leño, sigue ardiendo en el corazón.

elreydelaboca dijo...

Maravilloso! El poema de amor que todos queremos escribir. Congratulations!

Octavio dijo...

"No hay nada que tú realmente debas ser. Y no hay nada que tú debas hacer. No hay nada que tú realmente debas tener. Y no hay nada que tú debas saber. No hay nada en lo que tú realmente te debas convertir. Sin embargo te ayudará a comprender que el fuego quema y que cuando llueve la tierra se moja..." Sea como fuere hay consecuencias...
Robert Fulghum(Todo lo que hacemos sin saber por qué)

gustavo dijo...

Las mujeres apasionadas queman, no hay nada que hacerle. Y no existe equipo antiflama eficiente. Abrazo