Yo también fui Casillas campeón del mundo
un fin de semana en Madrid,
y te metí de y por fiado
un par de besos que dejaron santa
la Fuente del Ángel Caído que nunca vimos,
en el Retiro
de tropas
y de declaraciones de guerra.
Yo también fui Casillas, el pibe de la tapa
paseando la copa del mundo,
por los Jardines de Sabatini
para que la vieran los turistas, y se le caigan las medias
a los maniquís del Corte Inglés
que piden una mano al de seguridad
para refregarse los ojos
porque no creen
y otra mano
para rascarse la espalda,
porque no llegan.
Yo también fui Casillas, premio Zamora, valla vencida
y volé de palo a poste doce horas,
cinta de capitán sin carabela,
se fueron al caribe
la Santa María y la Pinta,
me dejaron la Niña
naipe marcado en la Barajas
porque el clima no es para ella.
Yo también fui Casillas, y firme autógrafos
con guantes de gato y el uno en la espalda
a todos los pasajeros del metro.
Para Paco, con cariño.
A Jorge, con envidia.
A Angeliyo, buen viaje,
desde Sol a Menéndez Pelayo.
Firme hasta que viniste vos sonriendo,
con el tratado de paz en Arial diez,
y justo ahí, me quedé sin tinta.
un fin de semana en Madrid,
y te metí de y por fiado
un par de besos que dejaron santa
la Fuente del Ángel Caído que nunca vimos,
en el Retiro
de tropas
y de declaraciones de guerra.
Yo también fui Casillas, el pibe de la tapa
paseando la copa del mundo,
por los Jardines de Sabatini
para que la vieran los turistas, y se le caigan las medias
a los maniquís del Corte Inglés
que piden una mano al de seguridad
para refregarse los ojos
porque no creen
y otra mano
para rascarse la espalda,
porque no llegan.
Yo también fui Casillas, premio Zamora, valla vencida
y volé de palo a poste doce horas,
cinta de capitán sin carabela,
se fueron al caribe
la Santa María y la Pinta,
me dejaron la Niña
naipe marcado en la Barajas
porque el clima no es para ella.
Yo también fui Casillas, y firme autógrafos
con guantes de gato y el uno en la espalda
a todos los pasajeros del metro.
Para Paco, con cariño.
A Jorge, con envidia.
A Angeliyo, buen viaje,
desde Sol a Menéndez Pelayo.
Firme hasta que viniste vos sonriendo,
con el tratado de paz en Arial diez,
y justo ahí, me quedé sin tinta.